También conocida como Mosca de la fruta, este insecto es considerado una plaga agrícola de alto impacto al invadir más de 250 especies frutales como los cítricos, guayabas, peras, manzanas, entre otros (ICA, 2013). Mosca perteneciente a la familia Tephritidae, de color café con marcas de tonos marfil y negro en el tórax, longitud un tercio menor a la mosca casera (4 – 5 mm), alas transparentes, anchas y cortas, distinguidas por llevarlas extendidas al caminar (ICA, 2013). Este insecto es originario de la costa occidental africana, desde donde ha desarrollado alta capacidad de dispersión hacia zonas templadas, subtropicales y tropicales del mundo. De este modo, ha llegado a habitar lugares naturales y cultivados con amplios rangos de temperatura, determinándose como zonas óptimas y favorables las que cuentan con 10° a 35 °C de temperatura y humedad relativa desde 60 hasta 90%, como es el caso de La Mesa, Cundinamarca (Cooltivatech, s.f.) (Infoagro Systems, s.f.)
Mosca del mediterráneo.
Mosca de la fruta.
Ceratitis capitata.
Tephritidae.
Plaga agrícola (invasora).
Plaguicida.
En estado larvario, las moscas de fruta se alimentan de numerosas malezas provenientes de plantas silvestres; protegiendo las áreas de cultivo (Hernández-López & Hernández-Ortiz, 2017).
En el ámbito artístico, a la mosca se le ha relacionado con el demonio mitológico Beelzebub (Belcebú), especialmente en obras religiosas o con intención moral. Este nombre significa “Señor de las moscas”, a quien San Jerónimo y San Isidoro, pensadores pertenecientes al Cristianismo, definieron como “un sucio ídolo pagano que estaba cerca de la inmundicia” (Mendez, 2015).
Cuando este tipo de mosca se encuentra en estado larvario, ayuda a proteger las áreas de cultivo al alimentarse de la maleza de plantas silvestres alrededor de estas (Hernández-López & Hernández-Ortiz, 2017). Por otro lado, es una especie invasora responsable de numerosas pérdidas de productos agrícolas, como: naranjas, mandarinas, melón, manzanas, cerezas, peras, tomates y duraznos, principalmente (Cooltivatech, s.f.). Las larvas de esta especie hacen un pequeño orificio en la superficie de la fruta y se alimentan de su pulpa, acelerando su oxidación y maduración y dejando el fruto podrido, inservible para el mercado agrícola (Infoagro Systems, s.f.). En Colombia, se ha visto un incremento tal de esta especie de insectos, que el ICA declaró emergencia fitosanitaria en departamentos como: Norte de Santander, Atlántico, Bolívar y Cundinamarca; generando un plan de supresión junto a productores, comercializadores y exportadores de fruta, basado en la instalación de trampas y estrategias de monitoreo (ICA, 2013).