Especie perteneciente a la familia Eumastacidae del orden Orthoptera, que se caracteriza por comunicarse a través de señales de tipo químico, acústico, visual y de vibración (tremulación), tanto con fines de defensa, como de apareamiento (Hochkirch et al., 2006). Este insecto, también conocido como saltamontes payaso por su colorida piel, habita zonas del Neotrópico americano desde el nivel del mar hasta 3000 msnm de altitud, donde se incluye a Colombia con 5 subfamilias de la especie (Olivier & Aranda, 2017; Rowell & Bentos, 2001). Estos saltamontes se alimentan principalmente de helechos, son de talla pequeña con piel de colores metalizados como: amarillo, azul, verde y rojo, antenas cortas, 3 pares de patas, con la particularidad de que sus patas posteriores son perpendiculares al cuerpo, 3 segmentos de torso y no poseen tímpano, por lo que cuentan con receptores de vibración distribuidos en otras partes del cuerpo (Amat, 2009; Otte, 1970).
Saltamontes payaso.
Saltamontes payaso.
Zeromastax selenesii.
Eumastacidae.
Alimento humano y animal.
Los saltamontes hacen parte de la cadena trófica del ecosistema, por lo que permiten la transferencia de nutrientes desde la plantas hasta los depredadores; permitiendo que se dé el ciclo alimenticio de estos animales (Recuero, 2017).
En países asiáticos, el saltamontes representa abundancia, fertilidad y buena suerte, además, es un símbolo de los cánticos de los monjes budistas (Vélez, 2018).
Por otro lado, una de las imágenes más vivas que tienen los colombianos de este insecto, es la de Flip, el saltamontes amigo de la abeja Maya que se encargó de cuidarla y darle consejos desde su nacimiento. Esta serie japonesa tuvo tal acogida en los hogares colombianos, que hasta el día de hoy algunos siguen recordando las aventuras de Maya, Flip, Kassandra y Kurt, entre otros personajes, como parte de su infancia (Vélez de Restrepo, 2012).
Los saltamontes son una fuente de alimentación base en la cadena trófica de los ecosistemas. Pues, permiten a sus depredadores (aves, reptiles, mamíferos, arácnidos y otros insectos) (Aguirre-Segura & Barranco, 2015) obtener los nutrientes que ellos obtuvieron de las plantas y del suelo, al ingerirlos como parte de su alimentación (Recuero, 2017). Asimismo, estos insectos han comenzado a hacer parte de la dieta en varios países asiáticos, por su alto contenido proteico, vitamínico y de ácidos grasos omega-3 (J.L.E., 2019).