Desinfestación del suelo: se realiza una mezcla homogénea de dos partes de tierra, por una de arena y una de materia orgánica (composta).

Siembra: se tiene que tener en cuenta las distancias entre cada planta las cuales son de 2 a 3 metros, de igual manera en esta etapa del desarrollo de la uchuva, se debe fertilizar la tierra con nitrógeno, fosforo, potasio, calcio y magnesio. 

Poda: una vez que la planta de uchuva se ha desarrollado lo suficiente, se debe podar con el motivo de mejorar la arquitectura de la  misma, haciendo más fácil el manejo tanto del cultivo como la cosecha; correspondientemente existen dos tipos de poda, de formación y mantenimiento, el primero hace referencia a eliminar brotes que se producen en la base del tallo, hasta los 40 cm, reduciendo la probabilidad de presencia de enfermedades y disminuir la humedad; por otro lado la segunda, se basa en remover hojas secas, viejas o enfermas. 

Amarre o tutorado: es importante amarrar las plantas de uchuva debido a que su peso aumenta exponencialmente mientras el fruto va creciendo. 

Cosecha: se presenta entre los 3 y 5 meses después de haber sido plantada la uchuva, entre más altitud este proceso se va a prolongar el tiempo de espera entre siembra y cosecha (zapata, Saldariaga, Londoño, Diaz, 2002).

La uchuva se puede usar dentro de un policultivo, con una variedad de plantas, ya sean aromáticas o medicinales como el cidrón, yerbabuena, poleo, manzanilla, ruda, apio y toronjil, así mismo con otras frutas dentro de las cuales están la mora, tomate de árbol, papayuele y curuba (Ríos, 2004)